Artículo divulgativo Laura Núñez Serrano

El niño pequeño, al igual que los animales, necesita desde que nace ser amado, cuidado, protegido y enseñado por su familia.
Las personas cercanas al niño y su modo de vincularse entre ellos y con el niño, van a ser el modelo de aprendizaje para él y para lo que después de adulto inconscientemente va a repetir en sus relaciones consigo mismo y con los demás.
Si hemos nacido en el seno de una familia donde había amor, armonía y comunicación, el niño aprenderá a buscar esas mismas relaciones de adulto.
Si en cambio en nuestra familia había múltiples conflictos, peleas desmesuradas, problemas psicológicos graves, incapacidad de expresar afectos y comunicarse desde los sentimientos…por la historia personal vivida por cada uno (nadie es culpable) el adulto tendrá ese bagaje de no haber aprendido a relacionarse bien con los otros y en definitiva, de no saber cómo amar bien al otro ni a si mismo.


Para aprender a amar mejor es muy importante conocer nuestra historia personal, los vínculos que vivimos desde pequeños y que de algún modo repetimos sin darnos cuenta, y de esta manera poder diferenciar el pasado del presente en nuestras relaciones actuales, que no tienen por qué representar lo mismo que vivimos en el pasado.
Ejemplo: si vivimos un padre como autoritario, es fácil que tengamos conflictos, miedo, bloqueos, inhibiciones… con todos aquellos que representen a una autoridad, ya que confundimos pasado con presente y volvemos a comportarnos como un niño pequeño asustado como lo estuvo  ante ese padre.


Otra cosa importante es que los humanos, por la historia personal vivida de cada uno, pensamos y hablamos desde distintas referencias e impresiones de lo que es la vida, por ello, debido a la diferencia, es habitual que surjan entre nosotros desencuentros  y ahí es donde tenemos que poner de nuestra parte para llegar a acuerdos, intentar entender al otro…Pero para ello hemos tenido que aprender en el seno de la familia,  que las diferencias son buenas y se aceptan y que se puede dialogar y debatir desde distintas opiniones, sin ocurrir nada grave.
Otro tema de mucho interés es haber aprendido desde pequeños a expresar nuestro sentimientos al otro y comunicarnos desde éstos.


Hay personas que solo han aprendido a expresarse atacando, huyendo, evitando al otro, silenciando…y esto es terriblemente negativo para las relaciones.
Ejemplo: Si algo me ha molestado del otro puedo actuar callándome y guardándole rencor, atacándolo por ser supuestamente malo o inapropiado, evitándolo y rompiendo la relación…
O bien puedo expresarle desde mis sentimientos lo que me ha ocurrido:” me molesta que no me des un beso al marcharte porque me siento poco importante para ti en ese momento…” y así la otra persona puede saber que nos ocurre y entendernos.


Es cierto que hay personas con las cuales no podemos comunicarnos y entonces la opción es entender y aceptar como son incluso dejar ir cuando no se nos hace sostenible la relación.
Resumiendo, para aprender a amar mejor es muy importante ser conscientes de nuestra historia personal y de los vínculos que vivimos desde pequeños; de esa manera poder diferenciar el pasado del presente en nuestras relaciones actuales para no actuar como ese niño que fuimos, sino con todos los recursos y posibIlidades del adulto que somos.

 

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